A medida que llega el calor, es importante repasar nuestros conocimientos sobre los golpes de calor en perros.

Regulación de la temperatura

Es un error frecuente pensar que los perros no sudan. ¡Sí sudan! Los perros tienen dos tipos de glándulas sudoríparas. El primer tipo se conoce como glándulas ecrinas (merocrina). La mayor parte se encuentran en las almohadillas plantares de los perros, mientras algunas se localizan en la zona nasal. Su función es ayudar a que el animal se mantenga fresco. El segundo tipo se denomina glándulas apocrinas. Se encuentran en la mayor parte del resto del cuerpo del perro, pero su función no es refrescarlo. Su objetivo es liberar feromonas. Por tanto, los perros regulan su temperatura corporal principalmente a través del jadeo. El jadeo mueve el aire fresco sobre las superficies húmedas de la lengua y los pulmones, transmitiendo el calor al ambiente. Los perros son más vulnerables a los golpes de calor que los humanos. Los perros con abundante pelaje y los de doble pelaje son más vulnerables al sobrecalentamiento, al igual que los perros de pelaje blanco y las razas de nariz corta (braquicéfalas).

Deshidratación

La deshidratación, definida como la pérdida excesiva de fluidos corporales (electrolitos), implica la pérdida de agua y la reducción de electrolitos, que incluyen minerales esenciales como el potasio, el sodio y el cloruro. Puede comprobar si su perro está deshidratado levantándole la piel del cuello. Si esta no vuelve a su posición normal inmediatamente, su perro podría estar deshidratado. Se puede realizar otra prueba casera de deshidratación inspeccionando la boca del perro para conocer el tiempo de llenado capilar. Presione el dedo contra la encía del perro hasta que se ponga blanca, y luego retírelo. Si la encía no recupera su color inmediatamente, su perro podría estar deshidratado.

Comprendiendo la hipertermia

La hipertermia es un término que describe un aumento de la temperatura corporal. Este incremento suele ocurrir como respuesta a un estímulo, como una inflamación o un ambiente caluroso. Un espacio mal ventilado, una exposición repentina a temperaturas elevadas, demasiada humedad y un acceso limitado al agua son los factores que pueden incrementar las posibilidades de que su perro sufra un golpe de calor. Otros factores que también pueden aumentar estas posibilidades incluyen la obesidad, las enfermedades respiratorias, los pelajes o pieles gruesos y los periodos prolongados de ejercicio, como puede ser el caso de los perros deportivos o de carreras. Las razas con pasajes respiratorios superiores cortos, como el doguillo (Pug) y el Bulldog Inglés (English Bulldog), también tienen un riesgo mayor. Las temperaturas elevadas causan reacciones químicas que descomponen las células corporales, provocando la deshidratación y el espesamiento de la sangre. Esto incrementa la tensión sobre el corazón y la coagulación de la sangre (DIC) y la posterior necrosis. Las células hepáticas, renales, cardíacas, cerebrales e intestinales suelen ser las primeras afectadas, lo que puede ocurrir rápidamente. La temperatura corporal normal de un perro oscila entre los 101 y los 102 °F (entre 37,9 y 39,2 °C). Si se alcanzan los 106 °F (41, 11 °C), el perro estará en riesgo de sufrir daño cerebral, fallo de órganos vitales y la muerte.

Síntomas del golpe de calor

Los siguientes síntomas pueden indicar un golpe de calor en un perro : mayor temperatura rectal (más de 104 °F (40 °C) precisa medidas, más de 106 °F (41,11 °C) es una emergencia), ojos muy abiertos, jadeo enérgico, encías de color azul o rojo oscuro, membranas mucosas pegajosas o secas (especialmente las encías), el perro se tumba o no quiere (o no puede) levantarse, desmayo y/o pérdida del conocimiento, saliva espesa, vómitos, diarrea, hemorragia interna (que se manifiesta en forma manchas rojas/moradas en las encías, piel, orina o heces), mareos o desorientación e incluso el coma.

Qué hacer si se sospecha de un golpe de calor

1. En primer lugar, aleje a su perro del calor y del sol.
2. Empiece refrescando a su perro colocándole trapos fríos y húmedos sobre el cuerpo, sobre todo en las almohadillas plantares y alrededor de la cabeza. No cubra al perro completamente. Una solución ideal puede ser utilizar productos refrescantes (www.petcooler.eu).
3. ¡No utilice hielo ni agua muy fría! El frío extremo puede oprimir los vasos sanguíneos, evitando que el tronco del perro se enfríe y haciendo que la temperatura interna siga aumentando. Además, el sobreenfriamiento puede causar hipotermia, introduciendo toda una nueva serie de complicaciones. Cuando la temperatura corporal alcance los 103°F (39,44°C), deje de administrar frío.
4. Ofrezca agua fresca a su perro, pero no le fuerce a beber.
5. Llame o acuda al veterinario de inmediato, incluso si su perro parece mejorar. El daño interno puede no ser evidente a simple vista, por lo que es necesario realizar un reconocimiento (y puede ser recomendable también llevar a cabo otras pruebas). Cuando esté en el veterinario, aplicar alcohol en orejas, almohadillas plantares e ingles es un truco común para bajar la temperatura del perro de forma segura, así como administrarle líquidos fríos por vía IV. El perro puede tomar oxígeno, dextrosa, cortisona, antihistaminas, anticoagulantes o antibióticos.
6. Mantenga al perro en movimiento.

La prevención es la mejor medicina

• NUNCA deje a su perro solo dentro del coche en un día caluroso.
• Evite practicar ejercicio demasiado enérgico con su perro en días calurosos. En el exterior, opte por las zonas con sombra.
• Disponga de agua fresca en todo momento.

Viyo Elite es una sabrosa formula líquida que puede mezclarse con agua potable para estimular las ganas de beber de los perros en condiciones climáticas de calor. También proporciona todos los nutrientes necesarios, como los electrolitos.

Dr Wim Van Kerkhoven
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